Yo no quiero que te desintegres,
que seas otra cosa para combinar conmigo.
No quiero que te olvides en besos
o que dejes de lado lo que te hace ser tú.
Muy por el contrario:
Quiero que lo seas.
Quiero que tus sueños se sienten cómodos conmigo,
que puedan dormir en la misma cama
y despertar sin miedo
porque saben
que al día siguiente, si no tienen ganas
o se sienten cansados
o amanecen caídos
los voy a levantar.