Estoy aquí:
esperando a que aparezcas para salvarme
de los tipos malos, de mi conciencia,
qué sé yo…
Todo es un río sin cauce que corre a toda prisa.
Lo único que entiendo es que la vida es imprevista
y que así como entrega flores, se las lleva.
Que no importa lo mucho que intentes
porque al final siempre vuelves a ser lo que al inicio: polvo.
Polvo estelar, tal vez, pero polvo.
No podía intuir tampoco
que los días más lindos acabaran siendo nada,
que en la vida hay más lodo que tangos
y que sólo soy un lobo vagabundo.
No tengo camada ni la quise.
Tal vez vinimos a este mundo para andar grises.
Y eso es lo que soy: gris multicolor;
Una loca sin escrúpulos cuando de sueños se trata
que se cree que puede todo y al final no puede nada.
Que se tira al suelo o la tiran y no se cansa de intentar,
aunque le escupan.
Tal vez eso soy: un ente sin mundo
que no pertenece a ningún sitio;
frágil sin rebaño.
Mudo, aunque la pase gritando.
Amado a veces,
Muchas otras, echado.
Siempre se acaban las rosas de verano.
Tal vez será que en estas venas que recorro sólo existe lo inmundo;
un invierno a veces soleado
un paisaje macabro en donde a veces crecen flores
y pasta el rebaño.
Eso soy, tal vez: territorio fecundo sin arado,
solitario grito moribundo
que no vale para otra cosa
más que para andar sin rumbo
esperando a que en los dedos se pare una mariposa.